martes, 26 de febrero de 2013

To Junsu.


Título: To Junsu.
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género: Slash, Romance.
Extensión: One-Shot





Los rápidos dedos de Yoochun se deslizaban por las teclas, escribía un correo para Junsu.  El asunto simplemente recordarle su amor, recordarle a ese bello ser todo lo que despertaba en él.

Kim Junsu:

Sé que todo lo que a continuación escribiré lo sabes. Lo sabes a la perfección, pero quiero recordártelo una vez más; ahora estas tan lejos de mí, que me siento tan vacio, me haces falta, me haces mucha falta Junsu; más que el aire para respirar, porque tú eres mi oxigeno. Tú eres lo que me ata a la realidad y me hace creer que vivo en el mismísimo paraíso, tú eres algo mágico. 

Una especie de hechizo ejerciste sobre mí, con tu dulce sonrisa, con tus ojos llenos de inocencia, con ese cariño, con tus besos, tus caricias, tu cuerpo… esos sensuales movimientos que haces al bailar, hacen que me vuelva loco, que me ponga celoso, de que todas y todos puedan ver ese cuerpo tuyo, tan endemoniadamente hermoso.
¿No eres acaso toda una tentación hecha hombre?

Porque cambios tan drásticos como el ser tiernamente sexy, no existe en este plano. ¿De dónde vienes? Siempre he querido saberlo… me enamoraste… desde la primera vez que cruzamos miradas, que sonreíste tímidamente y mi corazón acelero su paso, tal potro desbocado. Ahí lo supe.  Mis labios regresaron una resplandeciente sonrisa para ti, solo para ti, Junsu.

La gente nos miraba raro, pasábamos todo el tiempo posible juntos, riéndonos de cualquier cosa. Nos volvimos muy cercanos en tan poco tiempo, adoraba abrazarte, y aun me encanta.  Recuerdo que en una noche con tormenta, llegaste junto a mí… le tenías miedo a los truenos. Pero prometí siempre estar contigo en una tormenta, para protegerte de ellos.  Te abrazaste a mi cuerpo, yo solo logre estremecerme al sentir tu tacto, sentí incomodidad, pero no de esa incomodidad de dormir con un hombre; sentí incomodidad porque no podía besar tu suave piel. No podía recorrer con mis manos cada palmo de ella.  

Pero creo que me fui muy atrás… no te molesta verdad?  Recuerdas nuestro primer beso? Fue antes de que fuésemos novios.  Me estabas enseñando los pasos de esa coreografía que no lograba salirme perfecta.  Estábamos agotados… pero seguíamos practicando arduamente , tu casi caías al suelo… y me atreví a abrazarte para evitarlo, aunque de manera no satisfactoria; ambos caímos al frio suelo, quedando nuestros labios juntos en un pequeño y casi imperceptible roce.  

Nuestros ojos se abrieron llenos de asombro, sin despegar aun nuestros labios, tus mejillas se sonrojaron tan lindamente, que no pude evitar acariciar tu espalda. Y dar comienzo a un beso suave, lleno de sentimientos, con dudas incluidas. Con delicadeza extrema… ese suave baile comenzaba, tenía como protagonistas principales nuestros labios… nosotros.
Me gusta tanto decir nosotros, cuando me refiero a ti y  a mí. 

Nuestras respiraciones agitadas por el esfuerzo que realizamos al bailar, y ahora por la calidez brindada por el otro. No sé cuánto tiempo pasó… ni cuando termino ese beso.  Pero puedo decirte que fue maravilloso.  Aunque me costó caro; pasó una semana para que pudieras mirarme nuevamente a los ojos, sin rehuir de mí. Tu rostro se coloreaba con solo escuchar mi nombre o algo referente a la sala de ensayos. Eres adorable! 

Todos se preguntaban que sucedía o que sucedió para que no quisieras estar conmigo. Fue bochornoso decirles.  Pero de alguna u otra forma lo sabrían. Todos parecían aliviados y alegres, pregunte la razón, me miraron con cara de: hablas en serio Yoochun?  Todos notaban la conexión única que existía (y existe) entre nosotros. Ese día me sonroje…  no pude negarlo,  como negar lo que siento por ti, como podría yo negarte a ti?
Mi declaración tardo en llegar, no encontraba una forma que fuera perfecta. Tenía que hacerlo maravilloso, era para ti… tenía que ser único y especial. 

JaeJoong Hyung me ayudo con la cena, planee quedarnos solos en el apartamento, una cena romántica, un baile cadencioso. Y tener a la luna que brillaba radiante como testigo de nuestro amor.  Mis palabras fueron sinceras y sencillas, no necesitaba darle vueltas al asunto. Tenía claro lo que sentía por ti, y sabia que tú también sentías lo mismo por mí.

Después de que yo declarara  mis sentimientos, aceptaras ser mi novio. Yo era el hombre más feliz que pudiese existir en el mundo.  Saber que sentías lo mismo, sentir tus brazos rodear mi cuerpo, y ese casto beso dejado sobre mi mejilla hicieron brotar lagrimas de mis oscuros ojos. Que brillaban por esas lágrimas que pugnaban por salir. Tome tu mentón, sostenía tu cuerpo junto al mío, estrechaba tu figura en uno de mis brazos, rompí la corta distancia para unir con suavidad nuestros labios. Compartimos un beso tranquilo, que dejaba sentir nuestro amor. Trasmitía todo, cerramos  nuestros ojos… disfrutamos de ese momento. De la tranquilidad que nos lleno el cuerpo.

“Te amo Junsu-ah” fueron las palabras que brotaron de inmediato al terminar el beso. Reíste de nervios, y sonriente y sonrojado contestaste. Compartimos muchos besos más a la luz de la luna. La misma que nos mira entregarnos el uno al otro, en incontables ocasiones.
Recorrer cada recoveco de tu cuerpo de una manera lenta y entregada, fue magnífico. La primera vez que hicimos el amor… sientes lo mismo que yo al hablar de todo esto? Ese sentimiento de felicidad. Me siento como un chiquillo enamorado por primera vez. Y en verdad me sigo sintiendo así. Hacerte el amor, sentirme tuyo, sentirte mío. Dios! Fue unirnos aun mas… aun mas Junsu! Sé que te encanta que te hable al oído, conozco  cada punto débil de tu cuerpo. Me encanta complacerte, hacerte estremecer bajo mío.

Sabes que aunque digo cosas pervertidas… que mis locas y descabelladas ideas de hacerte mío en cualquier parte… son cosas que no son banales… Te Amo Susu.  Y siempre, siempre te hecho el amor, nunca hemos tenido sexo.  Lo sabes verdad? Sé que sientes lo mismo.
Hoy día, añoro tus labios, tus risas escandalosas, tus manos bordeando mis hombros… mis manos rodeando tu cintura, tus ‘te amo’ susurrados en mi oído; extraño tus sonrojos, extraño mirarte cuando duermes junto a mí.

Me haces falta, regresa Junsu, porque estoy muriendo sin ti. Necesito de ti para vivir, necesito amarte y que me ames.  Añoro recorrer tu figura, sentirte bajo mío estremeciéndote mientras hacemos algo más que el amor.  Extraño tus gemidos, tu sabor, tu inocencia y tu lado mas sensual.

Te extraño por completo, nunca dejo de pensar en ti. No existe nadie más que tú, en mi mente, en mi corazón y en mi vida. Tú eres mi vida, tu eres mi todo. 

Te amo Kim Junsu!!

Y todo esto es porque quería recordártelo, quería que lo supieras… aunque ya lo sabes.
Todo tuyo, Yoochun.

P.D. El día de tu regreso no veras la luz del día… hasta dentro una semana. 


Fin.

Señor Destino.



 Título: Señor Destino.
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género: Slash, Romance, Fluffy(?)
Extensión: Drabble.

Y Junsu miraba con ternura infinita a su novio, el destino planeo que se conocieran, el destino planeo que estuvieran juntos; y Junsu estaba por demás agradecido con el destino. Quien quiera que fuera el Señor Destino.

Yoochun también estaba eternamente agradecido con el destino, con la vida, con quien puso a su Susu en su camino por la vida. Porque ese ser tierno y lleno de gracia, llego a su vida para colmarla de felicidad, de cosas magnificas.

Ambos sonrieron al acordarse del otro, ambos se encontraban en sus respectivos trabajos, lejos uno del otro, pero unidos en corazón y pensamiento. El tiempo paso lentamente para ambos, pues para ellos era una eternidad la jornada laboral, pues querían estar con su otra mitad.

Cuando por fin se encontraron, corrieron a su encuentro, abrazándose con efusividad, mirando esas pupilas en las cuales se perdían mutuamente. Con la que se decían ‘Te amo’ sin necesidad de palabras, con una sola mirada dedicada podían expresar todo y nada.
Sus labios se unieron en un suave y romántico beso, lenta y pausadamente conociéndose nuevamente, porque nunca se cansarían de probar esos labios, que era como descubrirlos de nueva cuenta.  

“Chunnie, te extrañe tanto en todo el diaa~” susurro cerca aun de sus labios, con pucheros.
“Hahaha Baby, yo también te extrañe aunque fuesen unas horas” contesta besando esos lindos pucheros de su pareja.

Esto era todos los días, todos los días en la tarde y por la mañana, perdían unos minutos en reencuentros y despedidas… todo por no querer separarse del otro.
Entraron entre risas al departamento, se pusieran ropa cómoda y comenzaron a hacer la cena juntos. Como todo las otras cosas, todo lo hacían juntos, o la mayoría de ellas.

Eran como imanes, por más que intentaban separarlos era casi imposible. “CHUNNIEE~…” grita con fuerza el pelirrojo, que no estaba más que a un par de pasos alejado del pelinegro. “Que pasa, baby?” responde con calma el susodicho. “TEE AMOOO~” y basta solo ese par de palabras para que Chun rompa todo distancia entre sus cuerpos, entre sus labios… comenzando un beso que llevaba la respuesta a ese ‘Te amo’ dicho por el pelirrojo.  

Y así daban comienzo a nuevas caricias, más ‘Te amo’ pronunciados en murmullos, más besos, más de todo. Porque ellos se aman y ambos agradecen al destino, a Cupido, a quien sea que los haya unido para siempre.  

Fin. c:

Take you down

Título: Take you down.
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género: Slash, Romance.
Advertencia: Lemon (¿?)
Extensión: One-Shot





Junsu ensayaba una y otra vez  la coreografía de esa canción, una que escucho por accidente en internet y que le dio unas cuantas ideas para sorprender a su Chunnie.  

Con pasos lentos y  movimientos cadenciosos se sumergía en la música que entraba por sus oídos seduciéndolo… incitándole a que con esos pasos sexys acompañados con la sensual pista, hechice a Yoochun. Lo extasié por completo; que solo lo desee a él. Como Junsu solo desea a Yoochun.

Combinaba la coreografía original con pasos de su invención. Todo para hacerlo más seductor. Solo le tomo una semana para preparar esa sorpresa para su ratón.


***

Era viernes por la noche, Yoochun llegaba a su departamento después de un día de trabajo, Junsu había dicho que le tenía una sorpresa y estaba ansioso por verla y hacerle el amor, por toda la noche.

Junsu sabía que faltaba poco para que el pelinegro llegara a su hogar. Ya estaba todo listo…había removido de sus lugares un par de muebles de la sala, solo para tener más espacio. Las luces estaban apagadas casi por completo, brindándole así un todo romántico y sensual a la habitación.

Su atuendo era casual…un pantalón negro con una camisa color vino. Practicaba esos movimientos de cadera, que sabe vuelven loco no solo al pelinegro sino a todas sus fans. Se sonrojo tenuemente al verse bailando de esa forma tan provocativa y esa mirada libidinosa que le hacía compañía a sus movimientos. Tarareaba la letra de esa canción, que se convertiría en una de las favoritas de ambos.

La puerta se abrió y él salió de la habitación con pasos suntuosos. “Hola Chunnie” susurro ligeramente en el oído derecho del pelinegro, que sonrió emocionado por el ambiente que encontró en su hogar.

“Baby~” jadeo Park, cuando los labios rosados de su novio mordisquearon su cuello.
“Estas listo, Yoochunnie?” cuestiono seductor, sumergido totalmente en su papel de seductor.
“Siempre lo estoy…para ti” respondió con una sonrisa picara en sus gruesos labios.

Junsu guio a Yoochun al sofá, entre besos y caricias, lentamente lo dejo caer en el sofá, tan solo para alcanzar así el control y prender el minicomponente…la música inundo el departamento y los sentidos de ambos.

Kim movió las caderas sobre su novio, tan ligeramente que el pelinegro se quedo con ganas de más. Se aparto de ahí, se dirigió entonces a la parte central, de esa improvisada pista de baile. La melodía conducía a Junsu, lo envolvía. 

Park estaba expectante y con un gran problema en sus pantalones, ver al tierno y dulce delfín sumergido en esa melodía, con una coreografía que no dejaba demasiado a la imaginación, estaban matando al pelinegro. Quería tocar, sentir a SU Junsu.  

Yoochun supo que esa canción ya era una de sus favoritas, que mas tarde la agregaría a su ipod. Que desearía tener ese baile tan sexy cada vez que la escuche.
Junsu desabrocho con una lentitud enorme cada botón de la camisa, mordía de cuando en vez sus labios y miraba al pelinegro con esa mirada llena de pasión, de deseo. Park mordió sus labios al ver la blanca piel del  pecho de Susu. 

Sus uñas estaban clavadas en sus muslos, sabía que le saltaría al rubio encima en cualquier momento, arruinando todo el esfuerzo de su baby. Así que tenía que controlarse, solo por poco tiempo.

El rubio quito el cinturón, sin dejar de mirar a su ratón, sus manos acariciaban su pecho, y un tímido gemido salió de su garganta. Se acerco nuevamente al pelinegro, la canción terminaría muy pronto…caminaba bailando, con esos cadenciosos movimientos de cadera, embelesado con los labios de su novio.

Bailaba frente a Park, a escasos centímetros, con un descaro que nunca pensó tener. Yoochun no soporto más y lo tomo dejándolo sobre él a horcajadas. Como en un comienzo, sus manos volvieron a trazar ese mapa que ya sabía de memoria por la espalda del rubio. Sus labios se unieron en un beso que desbordaba pasión. Kim movió sus caderas, para sentir ese agradable roce en sus entrepiernas. Al término del beso, Yoochun comenzó a repartir besos húmedos por la barbilla, el cuello y los hombros de Junsu. Haciendo una pausa para susurrarle lo mucho que le había encantado su sorpresa y lo mucho que lo amaba y que le agradecía el detalle.

Continúo su camino y mordisqueo un pequeño montecito rosado, que se erguió con su tacto. Sus manos masajeaban el firme trasero del delfín.  Desabrocho los pantalones, y jugueteo un poco mas con el otro montecito; para descender al ombligo en el cual se entretuvo por unos minutos, Junsu jadea y trataba de aferrarse a algo para no caer.

Los minutos pasaban y Junsu recordó de pronto que Yoochun  aun llevaba la estorbosa camisa, se encargo de ella. Probando ahora él la piel de su novio. Volvieron a fundirse en un nuevo beso, que era tan hambriento y dejaba ver todas esas ganas por hacerse uno.
Los pantalones salieron de escena, los roces piel contra piel, hacían perder  un poco más la razón de ambos. Yoochun comenzaba a preparar a Junsu, pero esté le impidió hacerlo. “So-solo házmelo Yoochunnie~” susurro jadeante cerca de la clavícula del otro.  Yoochun gimió en respuesta y se perfilo para introducirse en su baby.

Una vez dentro gimió ronco al sentir lo estrecho del pasaje del rubio. Kim por su parte mordía con fuerza sus labios para soportar un poco el dolor ocasionado por la intromisión. Park  masturbaba al menor, besaba la piel a su alcance y le recordaba su amor. Todo esto para distraerlo de la incomodidad.

“Ya estoy listooh” apenas dijo Junsu mientras comenzaba el mismo la primera estocada. Un par de minutos después Yoochun cambio de posición por una cómoda para llenar por completo a Junsu.

Junsu ahora estaba en el sofá, Yoochun estaba de pie, entro de nuevo y las embestidas eran fuertes y daban justo, en el punto en que Junsu perdía de foco por completo el mundo. En el departamento resonaban los fuertes gritos y gemidos de placer de ambos chicos.
Faltaba poco para qué culminaran esa entrega, el pelinegro acariciaba el miembro de Junsu, para terminar juntos. Una estocada certera, un orgasmo invadiendo a dos seres que eran uno en cuerpo y en alma, en espíritu y corazón. En todos y cada uno de los sentidos, de los motivos en los cuales dos personas que se aman pueden unirse.

Ese arrasador orgasmo que los llevo a sentirse por completo en un paraíso, un paraíso solo para ellos.  “Te amo Chunnie~” susurro el rubio mientras recibía gustoso un beso casto por parte del mismo. 

“Yo también te amo Susu baby, muchas muchísimas gracias, por esta hermosa y sensual sorpresa” dice sonriendo complacido y agotado por la actividad.
“Oh no es nada amor, solo…solo pensé en ti cuando la escuche” responde sincero y con el rostro coloreado en carmesí, al recordar lo seductor y sensual que fue, momentos atrás.
“Por cierto…como se llama la canción? Estará en mi playlist de canciones favoritas” ríe y espera la respuesta.
“Take you down de Chris Brown, lose también forma parte de la mía” sonríe con complicidad. Mientras van dejándose llevar por el sueño. Ambos sonrientes y antes de caer en los brazos confortables de Morfeo se susurran un ‘Te amo’ más.


Fin.

N/A: Pues después de escuchar Take you down. de Chris Brown, pues pues surgió eso, algo lemonoso c: espero que les guste.  la verdad es que me imagine a Junsu bailando así *Q*. 

jueves, 14 de febrero de 2013

Punish me (parte 2)




Los días pasaron y conoció mas de ese que hoy llamaba ‘Señor’ sin importarle lo que otros pensaran. Se encontraba sumergido en una relación diferente a lo que siempre pensó tener, pero en poco tiempo supo que le amaba, que ese sentimiento era mutuo y que no le desagradaba del todo el ser atado o recibir un par de azotes, por parte Yoochun.

“Buen día, Yoochun-ah” saludo con tono cantarín sonriendo de medio lado, al entrar en la oficina de su Amo. Quien lo miro con una sonrisa y una ceja enarcada. “Sabes, que para ti soy Señor o Amo. Buscas problemas Junsu-ah” Junsu solo sonrió inocentemente, se acerco y Park lo jalo para que tomara asiento en su regazo. Regalándole un tierno y cálido beso de recibimiento. Kim jadeo cuando la intensidad subió y las manos traviesas de su Amo se perdieran en su firme trasero. “Se-señoor” Junsu no es capaz de comportarse completamente sumiso, cosa que a Park le encanta, ya que su personalidad inquieta, inocente y divertida… nunca lo dejaría hacerlo. Pero está bien, a Yoochun no le gustaría que cambiara… un sumiso no se trata de reprimir la personalidad de la persona.

“Que pasa Susu-ah?” Sonríe con malicia mientras sigue recorriendo sus muslos en movimientos suntuosos, dando pequeñas lamidas y mordiscos por su lóbulo… bajando por su cuello. “Eres tan dulce, Su~” Abrió unos cuantos botones de la camisa del menor, esa color pastel que ahora no importaba lo bien que se le veía a Junsu, solo quería arrancarla para poder probar mas de esa tersa piel. Una vez logrado su objetivo, bajo la camisa hasta sus brazos… y en un movimiento rápido ato sus manos detrás de su espalda, el pelirrojo solo se dejo hacer. Park regreso a su ocupación, reanudo los besos, descendió por los hombros y llego a esos pequeños montecitos rosados que se irguieron con sus atenciones. Deposito a Kim en el escritorio, se deshizo de los pantalones, admiraba ese cuerpo, como lo hiciera la primera vez.

“Te desatare  Junsu-ah, pero quiero que te toques, okey baby?” Junsu miraba el rostro de Yoochun, prestando mucha atención a cada palabra de lo que decía. “Sí Señor” El pelinegro unió fugazmente sus bocas. “Ese es mi chico”  Paseo sus labios por su pecho y abdomen en lo que desataba las manos del pelirrojo. Beso nuevamente sus labios, y se sentó en el sillón, se dedicaría a observar a ese dulce manjar que tenía solo y exclusivamente para él.  “Vamos baby, hazlo para mí”.

Kim Junsu no era un experto en esos temas, no tenía experiencia -solo lo que ha hecho con Yoochun- que en ese par de meses ha sido mucho. Su timidez la dejo de lado y comenzó tocando su pecho, acariciando sus botones que estaban sensibles por las atenciones recibidas. Descendió y abrió sus piernas dejando a Park apreciar todo en él.  El mayor gruño por lo bajo al observar ese anillo que estaba contraído y que sería suyo.

Sus manos se posaron en su erguido miembro, comenzando a bombearlo a un ritmo lento, su mirada se entrecerraba por el placer, pero Kim se empeñaba en mantenerla fija en su Amo. Su otra mano masajeaba sus testículos, al cabo de un tiempo sus gemidos llenaban la oficina. Su respiración entrecortada y palabras sin coherencia salían de su boca. Humecto tres de sus dedos y fue introduciéndolos uno a uno, comenzó a auto embestirse bajo la expectante mirada del pelinegro, quien comenzó el mismo a masturbarse.

Junsu tiro su cabeza hacia tras jadeante… al borde del éxtasis, sus auto embestidas eran cada vez más rápidas...”Yoochun-ahh~… t-te hnnm nece-sito hmmn” y Park detuvo las acciones de Kim. “No debería complacerte, sabes que eres tu el que debe hacerlo. Pero… te has portado muy bien, Junsu-ah, dime con exactitud qué es lo que quieres” Junsu había dejado caer sus brazos a sus costados, respiraba trabajosamente.

“Métemela Yoochun-ah” Dijo lo más tierno posible. Park sonrió complacido “Tendré que educar esa boquita, baby… pero será después…” dejo la frase inconclusa y se posiciono entre las piernas firmes del pelirrojo. Tomo sus caderas y se introdujo despacio en ese pasaje que lo aprisionaba de una manera delirante.

Con movimientos rápidos y certeros Yoochun toco ese punto en que hacía a Junsu arquearse de placer “A-ahí Chunn, a-ahí”  El pelinegro obedeció esas suplicas de su chico, dando una y otra vez en ese punto sensible. “Vamos baby, córrete para tu S-señoor” le dijo en su oído con esa voz profunda y cargada de placer. 

En tan solo unas estocadas mas, Junsu se corrió entre sus torsos gimiendo fuertemente “S-seeñoor hmm” las paredes internas aprisionaban el hinchado miembro de Park, quien disfrutaba un poco más para correrse dentro, para marcarlo nuevamente como suyo. “Junsuu-ahh” gruño mordisqueando un poco ese cuello de piel blanquecina. Paso uno de sus dedos por la esencia esparcida en sus torsos, untándolo de ella, para después probar ese sabor único. Para saborear el sabor inmenso de SU Junsu.
Salió despacio y aprecio su semen salir del dilatado anillo. Junsu miraba sonrojado a Park, pero era incapaz de decir algo… simplemente fue maravilloso.  Park saco unas toallitas húmedas de su escritorio y limpio a Junsu. “Ponte de pie, te vestiré”

Kim obedeció, Park se encargo de subir los pantalones, de acomodar la camisa y tratar de alisar las arrugas en ella. “Listo, hoy en la noche educaremos esa boquita suelta, ni creas que lo pasare por alto” Junsu sonrió haciéndose el inocente.
“P-pero Señor, no hice nada malooh~” Una timida risa salió de esos labios rosados y el mayor solo pudo rodar los ojos. “Nada malo, ajá!, pero mejor vamos a comer algo, te agrada eso?” como respuesta Junsu se tiro a sus brazos rodeando su cuello y asintiendo con gran efusividad. “Vámonos, Susu-ah” 

“Pero… estas trabajando, te irás solo así?” la incertidumbre apareció en sus ojos avellana. “Claro, es la ventaja de ser el jefe” Guiño un ojo con aire seductor y a Kim se le colorearon las mejillas y una risa escandalosa escapo de sus labios. “Entonces vamos, Amo” fue toda respuesta.
Park lo llevo a comer a un restaurante bastante lujoso, disfrutaron de una comida realmente deliciosa y la charla fue amena. Las risas, los besos no faltaron; tampoco así los sonrojos por parte del menor, como respuesta a los comentarios subidos de tono por parte del mayor.

Por la noche en el departamento…

Junsu estaba de pie, sosteniéndose de uno de los postes de esa gran cama… Yoochun estaba buscando entre sus ‘juguetes’ una fusta, para enseñarle a la boquita de  ese pelirrojo como le debe llamar.

“Baby~ esto solo lo hago para que aprendas, ok?” Susurro Park en el oído de Kim, quien se estremeció por completo, al sentir el cálido aliento rozar su piel. Los largos dedos del pelinegro acariciaron con parsimonia la espalda y costados del pelirrojo, sus labios repartieron suaves besos de hombro a hombro.

“Solo serán 6 azotes… quiero que en cada uno me llames como se debe, de acuerdo?” La voz sonó grave y severa, sus manos palpaban sus firmes glúteos. “Si…Amo” Junsu respondió suave, se encontraba a la espera de cada golpe… expectante y tenía que mantener el equilibrio… no era nada fácil para él. “Bien, hoy no te podrás correr... hasta que yo lo decida…” “Si Amo” respondió de nuevo Kim. Dio una caricia a su trasero y golpeo con la fusta en él, Junsu gimió de dolor mezclado con placer “Señoor”. La sonrisa de Yoochun creció al igual que lo haría su erección dentro de sus pantalones.

Repitió el proceso… acariciar y azotar las cinco veces siguientes… Junsu se encontraba sumergido en esa nube de placer/dolor otorgada por el mayor, desde el tercer azote Junsu luchaba por no correrse… y al sexto solo podía gemir. Las amables manos de Park masajearon su trasero con un ungüento para calmar la sensación de escozor en su rojiza piel. Lo tomo en brazos, cargándolo en vilo y lo recostó en la suave cama… “Lo has hecho muy bien, espero que aprendas a hablarme con el respeto que corresponde” Dicho dejo un casto beso sobre la frente de su esclavo. “S-si Señor” Junsu le regalo una sonrisa, en la cual le dejaba saber que estaba bien.

Yoochun quito su ropa, quedando en igualdades con Junsu quien jadeo al ver la blanca piel y la gran erección que tenia Park. Regreso junto a Junsu, se sentó, recargando la espalda en la cabecera, flexionando ligeramente sus piernas y atrajo al menor a ellas. Comenzó a bombear sus miembros; con movimientos suaves que fueron aumentando al poco tiempo, sus labios se encargaron de mordisquear el cuello y pecho del chico quien gemía entre sus brazos.

“A-amooh~” Jadeaba dulcemente Junsu en la curva del cuello de éste. Los fuertes espasmos se adueñaban de su cuerpo, agudas corrientes eléctricas los sacudían por completo. Ambos sabían que le faltaba poco, que no resistiría mucho más esos toques placenteros. Yoochun paro toda acción, lo beso con desmesurado frenesí. “Ohh, quiero hacerte mío-oh~” lo recostó y comenzó a dilatar con prisas la contraída entrada del pequeño. “Solo, solo hazlo Señoor” exclamo Junsu, no soportando más, esos dedos en su interior, otorgándole mucho más placer… cuando está a punto de correrse. “No eres tú, el que decide que hacer, hmm” gruño el pelinegro dando un mordisco en el muslo del menor, quien solo se disculpo entre mas jadeos y gemidos, que comenzaban a ser gritos impacientados cargados de placer. Yoochun tenía un gran autocontrol o eso parecía para Junsu. Que cada vez que lo miraba con ojos suplicantes, su Amo solo lo veía estoico y con una calma que solo hacia enloquecerlo más. 

Unos minutos más, los intrusos que llegaron a tocar ese punto en el que Junsu quedaba entregado por completo a las sensaciones, salieron sin más de la cálida cabida. Junsu solo gruño por ser dejado a medias y también por no poder terminar aun.  Yoochun lo miraba complacido, porque estaba aguantando mucho, lo estaba haciendo bien. Subió a sus labios y lo beso profundamente, introdujo su lengua. Haciendo fuerza contra la otra, disfrutando de esa boca, explorándola. Rompió el contacto con un sonido húmedo. Respiro hondo y entro en Junsu. Lentamente, hasta llenarlo por completo.

A cada estocada le susurraba en los labios, que lo amaba, que no se fuera de su lado. En cada embestida perdía un poco su autocontrol. “Junsuuh~” Sus movimientos eran certeros y Junsu ya no soportaría mucho más. Entraba con fuerza, una y otra vez. “Córrete!…vamoohs”  ordeno Yoochun y enseguida Junsu tuvo un estrepitoso orgasmo. Gimió fuertemente y Yoochun le acompaño, corriéndose dentro de él.  Park se desplomo sobre Kim, respirando agitadamente; ambos tenían  una gran sonrisa en el rostro, una imborrable sonrisa llena de amor. “Señor, lo amo, lo amo demasiado”  dijo con el rostro enrojecido y un lindo puchero en sus labios, el cual fue besado de inmediato por Yoochun.

…Meses Después…

“Anda Junsu, ve a la habitación, he preparado algo para ti, te quiero listo en 5 minutos” Park ordeno a ese que mas que ser su esclavo, se ha convertido en su pareja.
Junsu obedeció de inmediato, corrió hacia el lugar mencionado y sus ojos se abrieron de par en par…”pa-pantalones de cuero?!!” trago saliva y comenzó a desvestirse… el tiempo pasaba y Junsu no lograba que esos estúpidos pantalones subieran por su bello trasero.
“Junsu-ah, ya pasaron cinco minu…” toda frase quedo inconclusa ante la vista que obtuvo Park al abrir la puerta de la recamara.  Un Junsu con los pantalones por debajo de su trasero; que estaba al aire y  él con el rostro enrojecido por todo esfuerzo realizado.  

Su plan de salir con el menor se fue por la borda, su excitación subió en menos de un segundo, se acerco y comenzó a bajar esos pantalones de cuero, Junsu se quejo por todo el esfuerzo que había hecho, para que llegara el pelinegro y solo los quitara con esa mirada pervertida y libidinosa en sus hermosos negros.
“Lo siento baby, los planes cambiaron” soltó ronco el pelinegro. Junsu sonrió, porque sabía que entonces seria amado por ese Yoochun hambriento de él. Pero cambio las posiciones de un momento a otro, Junsu quedo arriba y Park debajo.

Kim comenzó a deshacerse de la corbata, camisa y demás prendas del mayor. Besaba con pasión cada parte de su cuello, hombros y esa sexy manzana de Adán, que le daba un toque aun más masculino a Park. Iba dejando marcas rojizas, y aquellas que ya casi se desvanecían las volvía a marcar.  
Yoochun le dejaba hacer, porque creía que Junsu también necesita su tiempo, ese tiempo para disfrutar de él, como él lo hacía con Junsu. Comenzó a jadear, al tiempo de que el pelirrojo jugueteaba con sus pezones.  

Junsu quien pocas veces ha tenido el control; y en momentos como este aprovechaba. Para hacer con Yoochun lo que siempre desea, y en ocasiones como esta puede realizar.
Desliza sus dedos con suavidad por la lúcida piel del pelinegro, recorre con parsimonia cada palmo de ella, llega a la pretina, desabrocha y quita esos estorbosos pantalones. Disfrutaba de la tersa piel en la cadera del mayor, y en sus manos se hallaba ya, el endurecido miembro de Park.
Masajeaba sus testículos apaciblemente, para luego continuar su recorrido hacia arriba. Bombeaba la erección de su amo, y se limitaba a lamer levemente la hinchada punta. Yoochun enloquecía, solo pedía más, lo estaba torturando y ambos lo sabían. Pero buscaría venganza.
Yoochun cambio de lugar, sometiendo al pelirrojo, dando inicio a esa muy dulce venganza. Unió sus bocas en un beso que oscilaba en lo vulgar, saboreando cada parte de esa cavidad húmeda.

Lamiendo y mordisqueando esos labios que se encuentran  hinchados y rojizos. Rompe el beso y desciende por su quijada con rumbo al cuello, sus manos comenzaron a dar roces por aquí y por allá de aquel cuerpo febril.  Susurra ronco el nombre del menor, en su oído, haciéndolo estremecer un poco más.

Vuelve a su tarea… ahora su objetivo son los hombros, dejándolos provistos de besos húmedos y suaves marcas.  Junsu pierde la cordura con suma lentitud, anhela, pide y suplica por más, pero Yoochun solo sonríe complacido por ello. Su lengua ha encontrado el ombligo del pelirrojo, ha comenzado a entretenerse en él.

Para después descender ahí donde comienza la perdición del propio Park. Engulle por completo el miembro erecto de Junsu, lentamente, lo hace tan despacio que Kim bajo él se retuerce del inmenso placer que lo embarga. Una de sus manos busca su pasaje; da con él, y tantea alrededor de éste, acaricia con suavidad e intenta introducir uno de sus dedos. “Tan estrecho como siempre, baby” murmura sobre el sexo del menor, estremeciéndolo aun mas al sentir el caliente aliento sobre la sensible piel. “Yo-Yoochuunn hng, va-vamos hazlo yaah!” gimoteo desesperado Junsu. “No baby, ahora disfrutare yo” soltó malicioso. Mientras seguía dilatando su entrada. Volvió a engullir su sexo, lo disfruto tanto hasta el punto de saborear el presemen del pelirrojo; mordisqueo  la sensible piel de los muslos, mientras Junsu abría más sus piernas para darle espacio. Llego a su entrada y comenzó a lamer delicadamente. Junsu no podía dejar de apretar las sabanas entre sus dedos… su cabeza tirada hacia atrás, ojos cerrados y solo jadeaba y gemía el nombre de Yoochun. Trataba fuertemente de no correrse, no quería terminar sin sentir al pelinegro dentro de él.

Park regreso las atenciones al resto del cuerpo, enloqueciendo más a Kim; se alejo y lo miro expectante, Junsu abrió sus ojos al no sentir el peso del mayor sobre él. “Q-que pasah?” pregunto desconcertado y aun con la respiración entrecortada. “Nada baby, solo quiero mirarte un momento” Junsu necesitaba a Yoochun dentro y no encontró otra solución que auto embestirse, cosa que al mayor pareció agradarle… pero segundos más tarde le molesto, el hecho de que no era él lo que ocasionaba ese placer en el chico. 

Paro los movimientos bruscamente y se perfilo para entrar, un gruñido broto de sus labios al sentirse rodeado por esas aun estrechas paredes. Junsu sonrió complacido, su plan había funcionado. Y ahora tenía a Yoochun empujando de manera salvaje en él. 

Park Yoochun sabia de manera exacta donde toca dentro de Junsu para hacer perder la razón, y lo hacía. En cada estocada, Kim Junsu se sabía en el cielo, en el mejor paraíso que pudiese existir. Ambos sabían que el orgasmo se aproximaba, sin poderlo refrenar un poco más. Sus miradas se encontraron, declarándose ese amor de una manera única, a su manera. Un nuevo beso nació con pasión renovada, mientras Park se corría dentro del pelirrojo y éste entre sus torsos.  

Disfrutaban una vez más de estar en compañía del otro, disfrutaban de esos encuentros sexuales, que eran más que solo sexo había amor en ellos. Se quedaron recostados en esa gran cama, del que ahora es su hogar. Con sendas sonrisas en sus rostros, se dejan llevar por los brazos de Morfeo… en un plácido sueño, que seguro formara parte Yoochun, como Junsu del de éste.  
Y así como esa noche, existirán más, donde sus planes se vallan por la borda y se queden en el departamento haciéndose el amor. 

FIN


n/a: Heey! muchisimas gracias por sus coments :3 espero que les haya agradado la segunda parte c: