Título: Susurre tu nombre al viento.
Autor: EunKyo
Pareja: YooSu
Género: Slash, Romance.
Extensión: One-Shot
Susurre tu nombre al viento, suspire y una lagrima rodó por mi
mejilla. “Te extraño, Susu-ah.” Y no sé si tengas la mínima idea de cuánto.
Porque cada día sin ti a mi lado es, es una tortura, una locura. Algo que no estaba y aún no está en mis
planes. Haré todo lo posible por ir y verte, por tenerte a mi lado, si la única
manera de hacerlo es secuestrándote, lo haré.
Para empezar… tendré que viajar hasta donde tu familia de ha enviado:
Canadá. Lo sé, suena tan loco, ellos realmente me odian, cierto? Ye arrastraron lejos de mí, y tú siempre has
sido un chico bueno y de familia. No te opusiste, aunque sé que me amas.
Quiero estrecharte de nuevo en mis brazos, sentir tu calor. Bordear tus labios con las yemas de mis dedos… sentir los estremecimientos de cuerpo, bajo las caricias con las que te cubro.
Quiero estrecharte de nuevo en mis brazos, sentir tu calor. Bordear tus labios con las yemas de mis dedos… sentir los estremecimientos de cuerpo, bajo las caricias con las que te cubro.
Echo de menos tu risa, tus pucheros, tus ojos avellana, más hermosos
que la luna misma. Los hoyuelos al
sonreír, tus mejillas sonrojadas y tus besos tímidos e inocentes. Tus suaves manos en mi rostro. Mi reflejo en
tus pupilas. Extraño todo eso y más, Junsu.
******
Voy rumbo a Canadá, no sé cómo te encontrare, lo único que sé es… que
vives en Vancouver. Pero el amor lo puede todo. Así que… Mi corazón late presuroso
al aterrizar.
A pesar de conocer un poco la ciudad, no me siento en casa, soy un
perfecto extraño. Y tú, tu no sabias hablar inglés, no imagino por cuanto has pasado desde tu
llegada. Busque la dirección del hotel, quedaba cerca del centro. Todo era tan
diferente y si, lo reconozco es hermoso, pero lo será aún más cuando estemos
juntos y huyamos de todos.
Descanse un rato del vuelo,
después de tomar una ducha… al
despertar me pasee por los alrededores. Pare en una cafetería sencilla y
cálida. Era verano y aun así, helaba a horrores. Lo sé Junsu, es Canadá… pero
si te abrazara, si te rodeara con suavidad el frío no calaría tanto.
******
Junsu, han pasado cerca de dos semanas. He encontrado un empleo de medio tiempo, sabes que el dinero
no es algo que me falte. Rente un departamento sencillo; y frecuento lugares
cálidos, como se te gustan. Pero no he tenido la suerte de encontrarte en
ellos.
Hoy ha comenzado a nevar… es extraño, en verano, Su! Recuerdas nuestro primer beso, fue justo cuando
la primera nevada cayó en Corea. Hace más de 4 años de eso, pero lo recuerdo
como si nuestros labios se rozaron ayer, con ese mágico y electrizante
sentimiento recorriendo nuestros cuerpos.
Recorro las calles de ese parque infantil, con el frio aire
acariciando mi sobrio rostro. Mis pupilas no miran nada en especial… me gusta
caminar simplemente. Giro mi vista a un
lago que está a mi izquierda… y te veo.
No estás feliz, lo sé, tus labios tienen una sonrisa triste en ellos. Camine hacia allá, manteniendo una distancia
prudente; quien estuviera contigo podría reconocerme y echar todo mi esfuerzo a
la basura.
Espere con paciencia… pero estaba feliz, después de tanto tiempo
volvía a verte, baby. Mis comisuras se estiraron hacia arriba, era la sonrisa
más sincera desde tu partida.
********
Hacer un trabajo de espía es difícil o al menos lo fue para mí, Kim.
Aguarde aquel día… resulta que fueron a un bar, ibas acompañado de tu gemelo
JunHo. Después de tomar unas copas salieron rumbo a su departamento. Vivían en
un edificio lo bastante lujoso, claro tu familia no los dejaría vivir en algo
sencillo y humilde como lo es mi actual hogar. Pero a ti eso no te importa
demasiado, tú no eres banal Junsu; tú eres cálido y humanista.
Guarde la dirección en mi móvil. Y tome un par de fotografías tuyas,
perdóname… pero quería verte cuando llegara a mi hogar a descansar. Pase la
noche entera meditando como chocar contigo “casualmente”; fue un gran dolor de
cabeza. Llegue tarde al trabajo al día siguiente, y estuve un poco distraído.
Me regañaron por eso, yo solo pude asentir y tratar de centrarme en mi trabajo,
por el resto de la jornada. Todo se fue por la borda, Junsu. Porque? Porque
entraste y te sentaste en una mesa que me está bajo mi servicio. Ibas solo y
eso me alegro mucho. Con nerviosismo me dirigí a ti.
“Buenas tardes, puedo tomar su orden?” Tus orbes avellanas me miraron
con gran asombro luego de escuchar mi voz. Mis ojos se conectaron con los tuyos
y olvide el resto del planeta, solo importabas tú, Junsu, estabas ahí, delante
de mí, con esos ojos en forma de gota… con tus labios curvándose en una
sonrisa llena de amor.
“Yoo-Yoochunnie?!” Y no dijiste más, lagrimas bañaban tus mejillas y
saltaste a mis brazos… y yo estaba ahí… impactado por tu reacción, por tu
belleza, por verte de nuevo frente a frente. Porque no era un sueño, estabas
ahí, Junsu, ahí!! Con manos temblorosas acaricie tus suaves cabellos, respire el
dulce olor que desprendía y me enamore aún más de ti. Me aferre a tu cintura… y
susurre miles de ‘Lo siento’ y ‘Te amo, Susu’. Tu solo seguías sollozando… y
ese “yo lo siento, aún más Chunn, no hice nada por quedarme a tu lado” Que
mande a callar con un beso. Y flote, Kim Junsu, como hacía tiempo no lo hacía…
llegue al paraíso. Ese cálido contacto, lleno de ternura, de añoranza y de amor
infinito.
“No me dejes nunca, no dejes que me aparten de ti, Chunnie” Susurraste
en mis labios, nunca te dejaría… Junsu te amo!! Con todo mi ser, con cada
suspiro, con cada célula de mi cuerpo…
“Nunca te dejare jamás, no otra vez; Junsu… vayámonos. Huyamos de aquí” mi tono de voz desesperado,
mi sinceridad marcada en cada gesto. Mi corazón latiendo presuroso.
“Me encanta la idea, pero… dame dos días. Arreglare todo…” Mis manos cayeron a
mis costados, no creía que lo volvería a ver. “lo prometo, JunHo me ayudara… yo
lo sé, confía en mi Yoochun” Puedo hacerlo, a ojos cerrados me entrego a ti,
Junsu.
******
Renuncie ese mismo día y veme aquí… espero a que salgas de tu hogar,
no sé a dónde iremos. Pero estaremos juntos y eso es lo que importa. Ya vienes
rumbo al auto, veo a tu hermano despidiéndose desde la puerta del edificio. Lo
despido con la mano. Y le agradezco que haya estado con nosotros, y su ayuda.
Entras al auto y beso tus labios, siguen siendo tan suaves y tersos
como la primera y las muchas veces que los he besado. “Te amo demasiado Junsu,
siempre lo haré”
“Te amo tanto Yoochun, te extrañe tanto…”
“Te amo tanto Yoochun, te extrañe tanto…”
Arranque el auto hacia un destino nuevo, un paraíso en la Tierra. Juntos
de ahora en adelante, Junsu.
Fin. ^.^
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